«En Xesc era mucho más que un político. Era un glosador, un foraviler, un amante de las cosas sencillas. Disfrutaba de estar con su perro fiel, tomar café en el bar y rodearse de sus amigos de toda la vida». Las palabras de la alcaldesa de Algaida, Marga Fullana, eran corraboradas ayer por los vecinos que recordaban en Xesc Mora como un vecino más, un alcalde a pie de calle y, sobre todo, una buena persona.
Así lo señaló un quinto suyo, Joan Sales Pastor, que alabó el talante del político, de quien dijo que, «como alcalde, fue impecable y como persona inmejorable». Este vecino compartió con Antich muchos momentos, fue compañero de pupitre, jugó con él a fútbol durante 17 años y también hicieron juntos la primera comunión. «Fue una bellísima persona y muy trabajador. Yo lo he visto a las 6:30 horas de la mañana mirando como se desarrollaban las obras de canalización de aguas residuales».
En el bar de ca n’Esteva, donde Antich era un parroquiano habitual, encima de la barra había ayer su esquela y tanto los trabajadores como clientes destacaban la gran persona que fue. Uno de los vecinos, visiblemente emocionado, dijo que «es de las mejores personas en el pueblo. Como regidor, como alcalde, como presidente o como senador siempre fue la misma persona».
Jordi Llaneras, otro de los vecinos, dijo que «será recordado por la implantación de la ecotasa» a la vez que alabó sus logros en el pueblo de Algaida. «Hay que destacar el alcantarillado o el campo de fútbol o el centro de salud, entre otras muchas cosas».
El viernes, día de mercado, la pérdida de Francesc Antich era el centro de atención de todas las paradas, comercios, y en el Ajuntament se colgó la bandera a media asta con un crespón negro. De hecho durante dos días se han suspendido las actividades y no se encenderán las luces de navidad en señal de duelo. «Su pérdida es un golpe duro para Algaida y para todos aquellos que creen en los valores de justicia, solidaridad y dignidad que él siempre defendió», apuntó la alcaldesa.
También otros dos exalcaldes y compañeros de filas, como Xisco Miralles y Jaume Jaume, recordaban la figura de Antich. «Cambió el pueblo. Lo transformó», apuntaba Jaume que le sucedió al frente de la Alcaldía en 1997. Su apuesta y empeño por mejorar su localidad estuvieron siempre presentes y consiguó «modernizar el pueblo». La mayoría de los vecinos recuerdan como gracias a él se hizo el alcantarillado.
«Bromeaba diciendo que debía conocerse todos los baños de las casas de Algaida. Cada día iba a las obras, porque era una persona que pisaba la calle, que estaba cerca de la gente», recordaba Miralles. Los dos exalcaldes socialistas reafirman también su vocación política al ser una persona «que se bolcaba en todo aquello que hacía y también entendió que la política es una cuestión de diálogo».
Buena conversación y diálogo es lo que tuvo muchas veces con Biel Majoral, amigos desde hace años. Si bien militaron los dos en el PSM, sus caminos políticos se separaron pero aquella amistad perduró siempre. «En Xesc trabajó a destajo para Algaida. Era una persona muy trabajadora, honesta y entregada al pueblo» recordó. Majoral destacó también su «firme compromiso por el país y por la lengua y la cultura». No en vano puso su grano de arena en los inicios de la revista local Es Saig.
Majoral destaca también que tanto si era alcalde como president del Govern siempre fue «una persona normal», sin alardar de nada. «Era el hijo de una familia trabajadora que llegó a president, lo que normalizaba la realidad política».
1 comentario
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
Algaida lo que fue es liberar mucho suelo público como son gual etcétera