La venta de Almallutx, ¿una ganga o una trampa inmobiliaria?

Una parte de la propiedad dice no estar dispuesta a vender y tiene el único camino de acceso

Almallutx es una de las propiedades más emblemáticas dentro del paraje natural de la Serra de Tramuntana.

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No toda la finca de Almallutx en Escorca saldrá a subasta por 1,3 millones de euros. Lo que aparenta ser una ‘ganga’ parece tener una explicación. Existe una disputa familiar que enfrenta a las dos ramas de la familia que poseen la propiedad, una de las más emblemáticas de la Serra de Tramuntana. Una mitad parece dispuesta a desprenderse de ella por poco más de un millón de euros, pero la otra mitad avisa: «Ni vendemos ni vamos a vender nuestra parte de la propiedad».

Así lo ha explicado este martes el nieto de la actual propietaria de la parte de la finca que tiene el único camino que permite el acceso rodado a las casas. «Nuestra parte no está en venta y la que tiene la otra parte de la familia tiene una venta difícil, porque no dispone de un camino propio para llegar a su parte de la casa, que está en estado de ruina», dice. Advierte de que «no es posible abrir un camino nuevo en la Serra de Tramuntana debido a su alto nivel de protección ambiental». «Si alguien decide hacerse con la mitad de Almallutx en la subasta no tendrá otra opción que llegar a pie», concluye.

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En el caso de que al final la finca (en su totalidad o no) llegue a salir a subasta, las administraciones podrán ejercer el derecho de tanteo para hacerse con la propiedad por un precio tasado. El Consell de Mallorca ya se sirvió la legislatura pasada de esta figura jurídica para hacerse con la titularidad de la antigua central de Alcanada en Alcúdia que quiere reconvertir en el museo de la electricidad de Mallorca.

La institución insular tomó la decisión después de que Endesa informara del acuerdo que había alcanzado con un fondo de inversor extranjero para hacerse con el inmueble por 300.000 euros. El PSOE ha pedido este martes al Consell que se haga con Almallutx.

El alcalde de Escorca, Antoni Solivellas, no se plantea comprar ninguna de las porciones de la propiedad. «Si el ayuntamiento tuviera presupuesto para ir adquiriendo las partes de todas las fincas de Escorca lo haría, pero nuestro presupuesto de todo el año es de alrededor de un millón de euros y la administración no puede gastar en aquello que quiera libremente. Hay que mantener remanentes bancarios y no se nos permite endeudarnos. Hay muchas cosas que condicionan la compra de una propiedad», concluye Solivellas.