Los pisos vendidos por un fondo buitre no disponen del certificado de final de obra

Los ascensores no están instalados y los 54 aparcamientos carecen de licencia de actividades

El edificio se construyó en 2010, pero la promotora abandonó el proyecto y algunos servicios en el interior quedaron inacabados. | Juanjo Roig

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La práctica totalidad de los 21 pisos, 11 oficinas, 54 aparcamientos y el local comercial ubicados en un edificio de sa Pobla, que Promontoria Coliseum Real State ha vendido a una inmobiliaria de Alcúdia por un precio por debajo del valor de mercado, no disponen del certificado de final de obra. La promoción se puso en marcha durante la burbuja inmobiliaria y en 2010 se abandonó el proyecto dejando numerosos servicios pendientes, como el suministro eléctrico en los pisos, la instalación de ascensores y el acondicionamiento de zonas comunes, entre otros, que han seguido en esta misma situación hasta la actualidad. Aún así, este diario ha podido comprobar que desde finales de febrero hay operarios trabajando en el interior del inmueble realizando arreglos y tareas de limpieza.

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De los 21 pisos construidos, solamente uno de ellos cuenta con todos los certificados de obra y está habitado desde hace años. Los demás no disponen de corriente eléctrica y no tienen cocinas, aseos y otros servicios instalados. En cuanto a las oficinas, diversas fuentes han confirmado que una de ellas, ubicada en el primer piso, se está reformando para reconvertirla en vivienda. Los aparcamientos no cuentan con la correspondiente licencia de actividades y no están instalados los sistemas contra incendios, por lo que no se pueden utilizar. De hecho, en el bloque existen algunos negocios abiertos desde hace unos años en los locales de la planta baja que no entran en la operación de compraventa impulsada por Promontoria Coliseum Real State, al no ser propietaria de estos inmuebles.

La actual situación urbanística de los pisos, las oficinas, los aparcamientos y el local comercial (87 referencias en total) podría suponer un obstáculo a las intenciones de la Conselleria d’Habitatge de adquirirlos, mediante el ejercicio de tanteo y retracto, para transformarlos en viviendas sociales. Aún así, el conseller José Luis Mateo advirtió que se debía «analizar el caso y disponer de la información contrastada sobre la situación de los inmuebles». De esta forma, se podría determinar «si realmente es susceptible de ser objeto de una compra mediante el ejercicio de tanteo y retracto», algo que ayer la Conselleria no estaba en disposición de confirmar. En caso afirmativo, el Govern se muestra dispuesto a llevar a cabo la operación.