Ha tardado muy poco la marca alemana en poner a la venta la versión más familiar del Serie 2, que lanzó al mercado a principios de año y que tanta curiosidad despertó entre los que querían un vehículo de corte familiar con unas prestaciones más o menos deportivas.
La versión corta nos sorprendió gratamente por ello, ya que unía comodidad y deportividad al 50%, sin que ninguno de los dos apartados se viera perjudicado. Esta vez, la versión larga de este modelo, denominada Gran Tourer, también ha sido todo un acierto por parte de la marca germana, ya que si bien se nota el aumento de centímetros en el comportamiento del motor y del vehículo en sí por la carretera, sigue transmitiendo buenas dosis de adrenalina a sus conductores, con el añadido de poder tener mucho más maletero o una tercera fila de asientos.
Estéticamente se nota el aumento de longitud, aunque continua teniendo un aspecto muy juvenil, con una parte delantera bastante afilada, que se combina con un aspecto posterior mucho más serio, pero que no desentona con el conjunto. Hay que destacar que este vehículo gana enteros de noche gracias a la iluminación LED de qué dispone, que lo acaba de embellecer bastante.
De la unidad que hemos probado nosotros hay que destacar sin duda las llantas de aleación, que son de radios dobles y que le dan un toque de lo más deportivo.
Motor
La versión 218d, que es la que hemos llevado nosotros, adopta el propulsor diesel de 150 CV de potencia, que son más que suficientes para tener sensaciones deportivas, como hemos dicho antes. El hecho de poder llevar tres tipos diferentes de conducción con el cambio automático (Eco, Normal y Sport), hace que el conducir sea mucho más fácil e intuitivo, pero no menos placentero, al contrario.
Cuando accionamos el modo Sport, el coche sube mucho más de vueltas antes de cambiar de velocidad, lo que hace que ruja más y que las prestaciones se vean favorecidas de forma clara, no así el consumo, que se ve aumentado (sin llegar a ser excesivo).
La incorporación del sistema EfficientDynamics de la marca alemana hace que se aproveche mucho más la energía del vehículo y que no se pierda incluso la cinética de la frenada. De hecho, la marca ofrece unas cifras de consumo medio de 4'5 litros a los 100 Km, que está genial para las dimensiones del vehículo. Nosotros hemos conseguido 5'6 litros, llevando una conducción bastante dinámica lo que no está nada mal.
Interior
El interior rezuma calidad por todos lados. La marca alemana destaca por unos interiores bastante clásicos, que no han recibido grandes cambios con los años, pero que son de lo más prácticos e intuitivos. Aún se muestran reacios a las pantallas táctiles (como también Mercedes) y apuestan por un mando central de control de la pantalla, al que se tiene uno que acostumbrar al principio.
Las plazas anteriores ofrecen una gran comodidad a sus ocupantes, con espacio más que suficiente para las piernas y los que van sentados en las plazas posteriores también van cómodamente sentados, sin estrecheces y con suficiente altura para las piernas.
La tercera fila de asientos, como pasa en prácticamente todos los modelos de este tipo, es más bien estrecha y suele usarse para que vayan niños, de más reducidas dimensiones o para hacer trayectos no muy largos. Eso sí, las dos plazas que se le pueden añadir son de muy fácil accionamiento, con lo que no da pereza emprender esta acción.
Hay que destacar que las dos plazas extra no vienen de serie del nuevo BMW serie 2 sino que hay solicitarlo como elemento opcional.
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