David Fernández, junto a su pareja, Mari Carmen Seguí, junto al vehículo en Portixol.
David Fernández es un joven entusiasta que, a pesar de sus limitaciones económicas, está dispuesto a reunir, poco a poco y sin prisas, una pequeña colección de clásicos. Hace unos meses incorporó su segundo coche, un Seat 600 L Especial de 1972. Hasta hace bien poco disponía de un Citröen AX Sport, un coche poco conocido pero que tiene una pequeña legión de seguidores. Pero en su búsqueda hace unos meses encontró una Seat 600 en Menorca. Asegura que llevaba meses buscando por internet y al final contactó con una señora mayor de Menorca que lo utilizaba básicamente para alquilarlo para bodas. David ya tuvo un 600 en el año 2000, era una réplica de un Abart y le gustó mucho el vehículo, su fácil mecánica, sus dimensiones, su encanto y todo lo que rodea a este mítico coche que significó muchos para la generación de nuestros padres. Por eso decidió que el segundo coche a incorporar a su recién iniciada colección tenía que ser un Seat 600.
2 comentarios
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Ses llantes fan por a sa por.
Viendo esas llantas de color rojo se observa que el buen gusto brilla por su ausencia