España reclama a la Justicia de EE UU la propiedad de dos buques de
guerra, «La Galga» y «Juno», que se hundieron en el siglo XVIII
frente a las costas de Virginia y Maryland y que podrían contener
importantes tesoros.
Las autoridades españolas, además de recuperar la propiedad de
los navíos, desean exhibir sus restos en proyectos culturales o
históricos, y evitar que acaben en una de las lucrativas subastas
en que terminan los restos de galeones naufragados desde 1600 en
las costas de Estados Unidos y en las del Caribe.
El Gobierno español solicitó el 23 de diciembre a un juez
federal de EEUU que revoque los derechos que la compañía privada
Sea Hunt tiene sobre el rescate de dos navíos españoles.
La documentación que poseen las autoridades españolas sobre esos
dos buques de guerra señala que el tesoro que en ellos puede haber
no es más que el de su valor histórico.
Un tribunal federal de Virginia recibió el pasado miércoles la
demanda española, en la que se reclama que el propietario de los
restos de los dos barcos es el Gobierno de España y no el Estado de
Virginia.
El «Juno» se hundió en 1802 y «La Galga», en 1850, llevando
ambos un cargamento de más de 500 millones de dólares en monedas y
metales preciosos.
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