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Aunque el buen tiempo no termina de instalarse en nuestra península, los tímidos despuntes de calor son suficientes para darse cuenta de que ya queda menos para ponerse el traje de baño. Momento que, junto a la alegría de las vacaciones, deja en evidencia los excesos cometidos a lo largo del invierno. Es muy frecuente que, ante la falta de tiempo para llevar una dieta que haga perder peso de forma moderada, tal y como recomiendan los expertos, la gente acuda a los centros de adelgazamiento en busca de un milagro de última hora. La OCU ha elaborado un informe en el que alerta sobre la baja calidad de estos tratamientos y los riesgos que traen consigo. La OCU llegó a sus conclusiones después de haber seleccionado un número de mujeres, la mitad de ellas con sobrepeso, frente a la otra mitad que no necesitaba adelgazar y las envió a centros de adelgazamiento para que un comité de expertos formado por médicos, endocrinos, farmacéuticos y expertos en cirugía plástica y estética estudien posteriormente las propuestas que les habían hecho. A la luz de sus resultados, la Organización de Consumidores y Usuarios concluye que muchas de las clínicas incurren en graves errores que pueden poner en peligro la salud del paciente. Además subrayan que los tratamientos corporales ofrecen unos resultados en cuanto a calidad de la piel y a reducción de volumen, pero no adelgazan nada si se aplican solos. Además advierten que los tratamientos a base de calor son potencialmente peligrosos.