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La empresa Boliden ha decidido reabrir la mina de Aznalcóllar, que da empleo directo a unos 500 trabajadores e indirecto a más de mil, casi un año después de que el 25 de abril de 1998 se rompiera su balsa de residuos y se vertieran algo más de cinco hectómetros cúbicos de aguas ácidas y lodos tóxicos al río Guadiamar.

El consejo de administración de la multinacional sueco-canadiense decidió reanudar la actividad de la mina, aunque no ha indicado la fecha, según informó ayer Francisco Márquez, alcalde de Aznalcóllar, un pueblo cuya economía depende casi exclusivamente de la mina. Esta decisión se produce ocho días después de que la Junta de Andalucía autorizara la reapertura de la mina siniestrada, que puso en peligro el parque de Doñana, bajo condiciones.

Para que la Junta de Andalucía autorizara la reapertura ha sido necesario que el Instituto Tecnológico Geominero y la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG), organismos dependientes del Gobierno central, hayan certificado que la antigua explotación a cielo abierto se puede utilizar como balsa de residuos, en sustitución de la siniestrada. La resolución de la Consejería señaló que el plazo de la autorización «será el de la realización del proyecto de explotación hasta alcanzar en nivel fijado como umbral de seguridad en la declaración de impacto ambiental».