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El Pleno del Congreso aprobó ayer la Ley sobre adaptación de las normas de circulación a la práctica del ciclismo, por la que se obliga a los ciclistas a llevar el casco en las vías interurbanas y a portar alguna prenda reflectante cuando sea necesario el uso de alumbrado. Entre las principales novedades de esta Ley figuran la posibilidad de que los ciclistas puedan circular en paralelo en determinados casos por el arcén, así como la prohibición de que las bicicletas circulen por las autovías. No obstante, la norma establece excepciones a esta última prohibición «en aquellas autovías que no dispongan de vía alternativa para realizar el desplazamiento».

Asimismo, los ciclistas se verán sometidos a las mismas obligaciones en materia de alcoholemia que los conductores de vehículos a motor, por lo que tendrán que respetar las tasas y podrán verse sometidos a controles.