Los ciudadanos de la UE no podrán comprar productos libres de IVA en los 'Duty free'.

TW
0

Los ciudadanos de la Unión Europea no podrán comprar productos libres de impuestos en los aeropuertos de los Quince a partir del 1 de julio. En cambio, sí podrán hacerlo en los países extracomunitarios, cuyos ciudadanos, a su vez, podrán seguir adquiriendo una serie de artículos en nuestros aeropuertos sin tener que pagar por ellos las cargas fiscales que corresponderían a su venta.

Esto es lo que se desprende del Real Decreto-Ley aprobado por el Consejo de Ministros, que deroga la exención del pago del Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA) de lo que se vende en las llamadas tiendas libres de impuestos -*duty free'- para los ciudadanos comunitarios.

La adopción de esta medida podría suponer para España la pérdida de un millón de turistas al año y 16.000 puestos de trabajo correspondientes al sector turístico, según anunció el presidente de la Asociación Española Libre de Impuestos, Alfredo Arija.

Pero la vigencia de esta exención termina el próximo 30 de junio, por lo que resultaba de urgente necesidad, para cumplir con la armonización con el Derecho Comunitario, derogar este precepto y la referencia al régimen de depósito distinto de los aduaneros. En lo referente al caso español, las 'duty free' aportan unos ingresos que rondan los 60.000 millones de pesetas, cifra que en la totalidad de los países comunitarios alcanza los 140.000 millones de pesetas.

En ese sentido, la Asociación de Compañías Aéreas (AECA) solicitó una reunión con la Dirección General de Tributos del Ministerio de Economía y Hacienda para que les ofrezca «asesoramiento técnico» ante la supresión de los productos libres de impuesto, ya que, a su juicio, esta medida provocará una reducción del nivel de ingresos «considerable».

Para las compañías aéreas, esta derogación provocará, a juicio de Navío, «considerables pérdidas en sus niveles de ingresos», ya que «los beneficios de algunos vuelos provienen únicamente de la venta a bordo», por lo que podrían verse obligadas a subir el precio de los billetes. Apuntó que tendrá consecuencias en los puestos de trabajo, sobre todo en el sector encargado de proveer este tipo de productos, aunque no en el personal de vuelo de las compañías aéreas.