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EFE -BRUSELAS El Gobierno belga reiteró este fin de semana que no existe un nuevo foco de contaminación con dioxinas cancerígenas en la carne de cerdo producida en Bélgica.

Tras la confusión inicial originada por el descubrimiento de nuevos casos que afectan al sector porcino, las autoridades han desplegado una intensa actividad para tratar de tranquilizar a la población y a sus socios comerciales de la Unión Europea (UE).

El primer efecto de las gestiones gubernamentales ha sido la revocación por el Gobierno holandés del embargo decretado anoche sobre las importaciones de cerdos vivos y productos derivados del cerdo procedentes de Bélgica.

Holanda fue el único miembro de la UE que reaccionó de manera drástica e inmediata al conocerse que la contaminación alimentaria por dioxina en Bélgica se había extendido también a una parte del ganado porcino de este país.