Durante el primer año de vida los padres deben afrontar un gasto de hasta 1'2 millones.

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La Confederación Española de Amas de Casa, Consumidores y Usuarios, CEACCU, ha publicado el resultado de un estudio el que pone de manifiesto que la crianza, educación y mantenimiento de un hijo hasta que tiene 18 años puede costar entre 18 y 30 millones de pesetas, en función de si la educación del niño es pública o privada.

La organización pretende con este informe denunciar la desproporción que hay entre el coste de un hijo y la reducción fiscal del Gobierno, en un momento en el que el Ejecutivo está poniendo en marcha una serie de medidas de apoyo a la familia, por lo que solicitó un incremento en la deducción prevista en la nueva declaración de la renta. Las parejas que decidan traer un hijo al mundo tendrán que afrontar durante el primer año un gasto de entre 835.000 y 1'2 millones de pesetas, que se van sobre todo en alimentación, guardería, ropa y complementos como la cuna, el carrito, la bañera, etc. En este primer período no hay que olvidar el bautizo, en el que normalmente se invierte una media de 100.000 pesetas.

Una vez superada esta primera fase, el niño ya dará sus primeros pasos y sus necesidades también serán diferentes. Durante esta etapa los gastos en alimentación serán mayores: los padres gastarán durante esos dos años una media de 870.000 pesetas.

La portavoz de esta asociación, Isabel Avila, explicó que aunque los niños ya van adquiriendo los hábitos alimenticios de los adultos, generalmente se opta por productos más caros mientras que a la vez se mantienen los alimentos para bebés.

A lo largo de esos años, a no ser que el niño se quede a cargo de algún familiar, los padres tendrán que hacer un importante desembolso en la educación del niño: una media de 720.000 pesetas si se le lleva a la guardería y más de un millón y medio si se contrata a una canguro. El gasto medio total durante estos dos años oscila entre las 983.000 y 1.400.000 pesetas.

Según el informe, durante los siguientes nueve años (desde los 3 a los 12), los niños se incorporan al consumo familiar y ya no tienen necesidad de gastos extraordinarios en alimentación; aunque la peor parte viene por el coste del colegio y los caprichos (alimentación, juguetes...). El gasto medio anual oscila entre las 600.000 y 1.400.000 pesetas.