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La secretaria de Asuntos Sociales, Amalia Gómez, calificó ayer de «esperanzador» el balance del Plan contra la Violencia Doméstica. Según Gómez, «ha sido un instrumento dinamizador de actividades y de recursos para trasladar a las mujeres la posibilidad de una salida».

El Plan «ha sido un instrumento potenciador de recursos para sensibilizar a la población y romper la cultura de resignación de las mujeres, pero es muy difícil cuando se habla de malos tratos romper la dinámica de la anulación de la voluntad», según Gómez. Gómez lamentó que «no afloran todos los casos de violencia que debieran y siguen retirándose denuncias». Y añadió que «mientras muera una sola mujer hay que seguir trabajando».

Estos dos años de Plan «han ayudado a concienciar a la sociedad de que la violencia doméstica no es una cuestión del ámbito privado, sino que tiene que ver con los derechos del Hombre», comentó Gómez. Y resaltó que «ha significado también un avance cuantitativo y cualitativo en las reformas legales», haciendo referencia a la última sentencia condenatoria por malos tratos psíquicos.

El Plan, según Gómez, «ha sentado las bases para una organización intersectorial, en la que la Administración, el Consejo del Poder Judicial, la Fiscalía del Estado y Colegios Profesionales pueden trabajar conjuntamente».

Se han destinado 4.773 millones de los fondos de la Administración del Estado para este plan, lo que incluye 29 oficinas de atención a las víctimas en los juzgados, 328 cursos de formación para 13.000 profesionales (jueces, abogados, psicólogos y trabajadores sociales entre otros), la construcción de 65 casas de acogida, la colaboración con ONGs y las campañas publicitarias de sensibilización, apoyo y difusión de recursos. La «gran novedad», según Gómez han sido los centros de emergencia abiertos las 24 horas.