En una tensa calma, la situación en la comarca ha mejorado.

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EFE - ALMERÍA Los disturbios en El Ejido (Almería) remitieron ayer después de tres días de ataques xenófobos contra inmigrantes magrebíes, mientras que dirigentes políticos se han desplazado hasta Almería para buscar soluciones al conflicto.

Muchos inmigrantes han comenzado a organizarse para abandonar la zona, ante el temor de que sus vidas corran peligro, informaron fuentes de la Asociación Almería Acoge. A pesar de que los incidentes se limitaron a cuatro pequeños incendios intencionados y que no se registraron ataques ataques a los inmigrantes, la policía ya ha detenido a 17 personas por participar en los disturbios. Cinco de estos detenidos "todos españoles" están acusados de agredir al subdelegado del Gobierno, Fernando Hermoso, tras el funeral por Encarnación López, que murió apuñalada el pasado sábado presuntamente por un inmigrante, y que fue el detonante de los disturbios.

También figuran tres magrebíes detenidos que portaban armas blancas de grandes dimensiones. Hasta Almería se desplazaron ayer el presidente de la Junta, Manuel Chaves, y el ministro de Trabajo, Manuel Pimentel, para participar en la Mesa por la Integración de los Inmigrantes, foro que busca soluciones al conflicto suscitado en la localidad.

Hoy se espera la presencia, en el Ayuntamiento de El Ejido, del secretario general del PP, Javier Arenas, en una reunión convocada por los líderes de CC OO, Antonio Gutiérrez, y de UGT, Cándido Méndez.

Chaves anunció ayer que la administración andaluza y el Gobierno central invertirán 200 millones para construir «urgentemente» viviendas en la comarca almeriense destinadas a inmigrantes, lo que requerirá que los ayuntamientos cedan suelo.