López Aguilar, junto a Rodríguez Zapatero y Nicolás Redondo.

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Las causas de la muerte del ciudadano guineano, Antonio Augusto Fonseca, en una comisaría de Arrecife (Lanzarote) continúan sin ser esclarecidas. Después de que el forense José Antonio García Andrade descartase el motivo del fallecimiento por un golpe contra el retrovisor de un coche, la Dirección General de la Policía (DGP) ha abierto una nueva investigación. Por su parte, y ante la falta de respuesta a los partidos de la oposición, por parte del ministro del Interior, Jaime Mayor Oreja, éstos denuncian su incomparecencia y exigen que no «escurra el bulto» y aclare el caso «urgentemente».

El médico que realizó la segunda autopsia a Fonseca, García Andrade, aseguró que todos los golpes que recibió el ciudadano guineano «fueron producidos en vida» y que pudieron producirse «por una mano, palo o porra». Por lo que García Andrade insistió en que el traumatismo que presentaba el fallecido en el cuello no pudo ser producido por un golpe contra el retrovisor de un coche. Las características del traumatismo produjeron la «muerte súbita» de la víctima, y con el golpe contra un retrovisor «hubiera tardado en morir», aseguró García Andrade. Asimismo, descartó una tercera autopsia, ya que el tiempo que ha transcurrido y las condiciones de conservación del cadáver no facilitarían una nueva investigación.

Ante tal aluvión de versiones contradictorias, la DGP ha dispuesto que la Subdirección de Inspección de Personal y Servicios de seguridad, dependiente de la Secretaría de Estado, abra una nueva investigación para conocer con más exactitud las circunstancias que concurrieron en el arresto y muerte del ciudadano guineano. La DGP señaló que «hasta la fecha no existe imputación alguna contra los agentes que intervinieron» en la detención de Antonio Augusto Fonseca por parte del titular del Juzgado número 1 de Arrecife. Por su parte, el secretario provincial de acción Sindical del Sindicato Unificado de Policía (SUP) en Las Palmas de Gran Canaria, Juan José Hernández Mendoza, manifestó «la firme creencia» de los compañeros en la «inocencia» de los agentes que intervinieron en la detención.