Foto de familia durante la celebración del 50 aniversario del Consejo de Europa.

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I. ÀLVAREZ-MIRANDA - ROMA La conferencia ministerial del Consejo de Europa (CE) conmemoró ayer en Roma el 50 aniversario del Convenio Europeo de Derechos Humanos con la adopción de un protocolo destinado a la «prohibición total» de la discriminación.

«Es la respuesta frente a las graves amenazas que actualmente se ciernen sobre la sociedad como el racismo», subrayó el secretario general del Consejo, el austríaco Walter Schwimmer, al anunciar oficialmente la aprobación del protocolo. Schwimmer recordó que el Convenio Europeo es hoy «un catálogo de derechos fundamentales» para 800 millones de personas y «la espina dorsal» de la protección de los derechos humanos en Europa.

El protocolo contra la discriminación, el número doce de los que se añaden al Convenio desde su proclamación hace medio siglo, tiene entre sus prioridades la de hacer frente a las «masivas violaciones» de los derechos humanos que sufren las minorías étnicas en los países de Europa central y oriental. Tras la caída del muro de Berlín, el Consejo de Europa pasó de tener 23 miembros en 1989 a los 41 actuales, debido a las nuevas adhesiones de los países del Este. El nuevo protocolo prohíbe de forma específica la discriminación basada en el sexo, raza, idioma, religión, opinión, nacionalidad u origen social, pertenencia a una minoría, nivel económico o nacimiento «o a cualquier otra condición».

El texto fue ayer firmado por 25 países, que deberán hacerlo efectivo en sus propias legislaciones. Otros Estados, entre ellos España, tienen previsto adherirse al protocolo en breve, una vez cumplido el trámite de su ratificación en los parlamentos nacionales, según informaron fuentes de la delegación española, encabezada por el ministro de Justicia, Angel Acebes, la prohibición de toda discriminación ya se recoge en la Constitución.