TW
0
AGENCIAS - LONDRES Con toda la pompa que requiere la apertura solemne del Parlamento británico, la reina Isabel II anunció nada menos que cinco proyectos de ley llevará el Gobierno británico a la Cámara de los Comunes durante la próxima legislatura para atajar la criminalidad, sobre todo juvenil y urbana, que se produce en el Reino Unido. El Ejecutivo laborista propone una legislación que fija multas para castigar los disturbios en lugares públicos; da autoridad a la policía para cerrar bares o «pubs» donde se produzcan altercados; prohíbe el consumo de alcohol en la calle, y posibilita el toque de queda para adolescentes de entre nueve y quince años.

La insolencia de un diputado anti-monárquico y la perspectiva de elecciones anticipadas en mayo perturbaron ayer miércoles el tradicional discurso anual de la reina Isabel de Inglaterra ante el Parlamento. Este año, el discurso fue perturbado por un diputado laborista, Dennis Skinner, que puso irónicamente en tela de juicio el lugar que ocupa la familia real en la vida política británica.

Como lo estipula la tradición desde 1660, un ujier, bautizado «Black Rod», golpeó de manera solemne la puerta de la Cámara de los Comunes para que los diputados puedan pasar a la vecina Cámara de los Lores para escuchar el discurso del trono. Para evitar cualquier injerencia de la monarquía en política, la reina no puede entrar a la Cámara de los Comunes.