Los padres de las siamesas de Malta Jodie y Mary separadas el
pasado noviembre en un hospital de Manchester (noroeste de
Inglaterra) revelaron ayer su «dolor» por la intervención
quirúrgica que salvó la vida a una pero acabó con la existencia de
la otra.
En una entrevista que emitió ayer jueves el programa «Tonight
with Trevor McDonald», Michelangelo y Rina Attard, originarios de
la isla maltesa de Gozo, explicaron que aunque ya sabían que Mary
iba a morir en la operación, cuando se les dio la noticia «fue una
conmoción ... no habíamos aceptado que iba a pasar». «A veces no
podemos creer que esté muerta, pero hay que aceptar que es así»,
explicó Michelangelo Attard, de 44 años. Por su parte, su esposa,
de 29 años, explicó que tras el anuncio de la muerte «quise ver a
Mary enseguida. La tomé en mis brazos y la acuné. Estaba muerta,
pero yo estaba contenta de poder tenerla en brazos».
La operación para separar a los dos bebés, que se prolongó
durante 20 horas, se ejecutó sin el consentimiento de los padres,
que argumentaban razones religiosas, y después de que los
tribunales dieran la razón al hospital de Manchester, que aseguraba
que de no llevarse a cabo la intervención las dos niñas morirían.
Ambas niñas estaban unidas por el abdomen y utilizaban el mismo
corazón.
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
De momento no hay comentarios.