La Mir lleva en el espacio desde febrero de 1986.

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Los técnicos del Centro de Control de Vuelos Espaciales (CCVE) respiraron con alivio cuando a las 15.45 horas de Moscú (12.45 GMT) de ayer reanudaron las comunicaciones por radio durante 17 minutos tras casi un día de amenazador silencio. Horas antes se había producido un contacto parcial de apenas siete minutos, pero la nueva conexión dio la seguridad de que la Mir «vive y respira», como indicaron bromeando los técnicos.

No obstante, la pérdida del control directo del símbolo de la aventura espacial soviética y rusa causó el pánico en la comunidad espacial rusa, que pertrechó incluso una tripulación de cosmonautas para subir con urgencia a la órbita de 315 kilómetros de la Mir. Mientras se trataba de reanudar la comunicación cada media hora, los cosmonautas Saliyán Sarípov y Pável Vinográdov tenían ya las primeras órdenes para un eventual rescate que despegaría de Baikonur.

El miedo a que se cumplieran las catastróficas predicciones del modisto hispano-galo Paco Rabanne, quien «vio» a la Mir que se desplomaba sobre París, dio paso a un frenético trabajo en el CCVE para determinar las causas del prolongado silencio de la estación. Aunque la alarma saltó ayer, fue el lunes a las 18.41 hora de Moscú (15.41 GMT) cuando en una de las previstas conexiones por radio con la Mir los controladores espaciales no obtuvieron respuesta.

Tras los fallos de meses pasados y la declaración de «desahucio» de la legendaria central espacial, el pánico se apoderó de la Agencia Espacial Rusa (AER) y se llegó a extender a algunos medios de comunicación que vaticinaban una inminente caída de la Mir. La estación se encontraba desde junio pasado en régimen de control automático, de ahí el recelo ante cualquier fallo o error. Pero el fin de esta estación lanzada el 20 de febrero de 1986 tendrá que esperar hasta el 27 o 28 de febrero próximos, cuando está previsto que parte de la Mir se incinere al entrar en la atmósfera terrestre y el resto se hunda en el Pacífico, en una zona alejada entre 1.500 y 2.000 km de Australia.