Fraga, que no dudó en calificar la situación generada en Galicia
como una «desgracia», señaló que el Gobierno gallego ha «tropezado»
con grandes dificultades como el temporal que ha azotado a la
comunidad o la avería de la incineradora de Ourense, por lo que la
«solución de emergencia» que se encontró en el enterramiento masivo
de reses en la mina de Mesía, aunque esté prohibido por Decreto,
queda justificado.
Según Fraga, la mina era un lugar «perfectamente apropiado» para
los enterramientos, pero advirtió que dada la «resistencia social»
surgida por esa decisión, el terreno se acondicionará, cerrará y
quedará perfectamente sellado, aunque las reses no se incinerarán.
El titular de la Xunta destacó que las vacas depositadas en esa
mina murieron de muerte natural y fueron sometidas a test que
demostraron que no estaban contaminadas, aunque resaltó que había
que sacarlas cuanto antes por las «draconianas disposiciones
europeas».
Pero las palabras del presidente de la Xunta no han sido bien
recibidas por los partidos de la oposición, que insisten en señalar
el riesgo que supone para la salud pública el enterramiento de
reses muertas en Mesía y que califican de «absurdo» el traslado de
las vacas muertas a Catalunya. Según estas fuerzas políticas la
actitud de la Xunta es «irresponsable» y exigen un control «real»
de la enfermedad.
El secretario general del PSdeG-PSOE, Emilio Pérez Touriño,
calificó de «auténtico atentado» para el medio ambiente los
enterramientos de cientos de vacas muertas en Mesía y exigió que la
Xunta acate su «responsabilidad política». Reiteró que la Xunta ha
causado al sector «un daño difícilmente reparable» y «radicalmente
ilegal», puesto que infringe la normativa europea.
En cualquier caso, el enterramiento empieza a adquirir tintes
judiciales ya que el juez que instruye el caso del enterramiento
masivo de reses en la mina de Lanzá ha llamado a declarar, en
calidad de imputado, al director general de Producción Agropecuaria
de la Xunta de Galicia, Antonio Crespo. Mientras, el director del
Centro Nacional de Referencia de las Encefalopatías Espongiformes
Transmisibles, Juan José Badiola, quien recordó que hoy se
confirmará si las dos reses de León padecían la enfermedad de las
'vacas locas', reiteró que la carne de vacuno en España se puede
consumir con «tranquilidad».
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