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Representantes de la Delegación del Gobierno y de los inmigrantes encerrados en huelga de hambre en ocho iglesias de Barcelona han llegado a un principio de acuerdo para poner fin al conflicto que deberá ser ratificado por el Gobierno y la asamblea de los encerrados.

Con la mediación del Síndic de Greuges, Anton Cañellas, el subdelegado del Gobierno en Barcelona, David Bonet, y los representantes de los inmigrantes llegaron a un principio de acuerdo que, de ratificarse, supondría que los inmigrantes abandonarán la huelga de hambre que mantienen desde hace 14 días.

El acuerdo no se concretaría definitivamente hasta el próximo lunes, en una reunión en la que participaría la delegada del Gobierno en Catalunya, Julia García-Valdecasas, con los representantes de los inmigrantes. En el borrador del principio acuerdo alcanzando ayer tarde, el Gobierno se compromete a «dar una solución favorable a la mayor parte de los expedientes rechazados en el procedimiento de regularización», que fueron unos 34.000 en Barcelona.

El Gobierno también se compromete a que «las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado no van a perseguir a las personas extranjeras en situación irregular en España, siempre que no se hallen incursas en actividades delictivas ni tengan un proceso penal en curso».