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EUROPA PRESS-BAIKONUR Pero el empresario multimillonario estadounidense Tito tuvo que esperar hasta el último momento para saber si iba a ser posible su cara aventura, dado que la NASA mantuvo hasta pocas horas antes del despegue su veto a la misión debido a unos fallos detectados en el ordenador principal de la Estación Espacial Internacional (ISS), aunque ha conseguido el compromiso de los rusos de que si fuera necesario aplazarían la maniobra de acoplamiento con la estación, prevista inicialmente para el lunes.

El despegue de la nave pudo seguirse en directo por televisiones de todo el mundo, en las que pudo verse que todo discurrió con normalidad. Nueve minutos después de abandonar la superficie terrestre, la nave se separó del cohete de propulsión y entró en su órbita. Estados Unidos insistió en todo momento en aplazar la misión de Tito aduciendo que los fallos informáticos detectados a bordo del ISS podrían hacer peligroso el acoplamiento de la Soyuz-2.

Pero Rusia se negó a aplazar el vuelo subrayando la necesidad de que la nave sustituya a la Soyuz-1 que se encuentra en la estación desde el comienzo, cuya misión es servir de forma de escape si hubiese algún problema en la ISS y cuyo plazo de funcionamiento expira a finales de este mes. Precisamente será la Soyuz-1 la que traiga de vuelta a la Tierra a los compañeros de Dennis Tito en el vuelo, el comandante Talgat A. Musabaev y el ingeniero de vuelo Yuri Baturin, que conducen la nave, así como al propio multimillonario estadounidense, quien aseguró encontrarse «estupendamente» tras el despegue.