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Los encuentros «Socialistas en red», que han celebrado su segunda edición durante este fin de semana en la localidad cacereña de Aldeacentenera, se han consolidado como un «observatorio permanente» del mundo de las nuevas tecnologías, a juicio de su coordinador, José Cepeda. La presencia este año del secretario general de los socialistas extremeños, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, en la inauguración, y del responsable de la Federación madrileña, Rafael Simancas, en la clausura, han contribuido también, según la organización, a fijar el encuentro como uno de los más importantes foros de discusión del partido en lo que respecta a las nuevas tecnologías. Cepeda, además, se mostró satisfecho porque en el momento de mayor seguimiento, durante el discurso inaugural de Rodríguez Ibarra, alrededor de 10.000 personas se conectaron a la página web donde se transmitía el debate en tiempo real, la mayor parte de ellas procedentes de Latinoamérica. A partir de ahora, según el coordinador del encuentro, hay que mantener el «espíritu de Aldeacentenera», que representa el talante abierto, solidario y de compromiso demostrado por los habitantes de esta pequeña localidad cacereña, en la que por segundo año consecutivo se han dado cita más de quinientos militantes socialistas para debatir sobre las nuevas tecnologías. Las actividades del encuentro concluyeron con las intervenciones del propio Cepeda; del alcalde de Aldeacentenera, Juan Francisco Monterroso; del director general extremeño de la Sociedad de la Información, Carlos Castro; del secretario de Innovación y Comunicación Interna de la Ejecutiva del PSOE, Enrique Martínez; y del secretario general de los socialistas madrileños, Rafael Simancas. Este último protagonizó la anécdota personal del encuentro, al recibir una tarta en el transcurso de la clausura como regalo por su 35 cumpleaños. En su intervención, insistió en la necesidad de unir conceptos como «igualdad de oportunidades» o «solidaridad» al de las nuevas tecnologías. «Qué globalización queremos - se preguntó- la del bienestar y los derechos humanos o sólo la que permite transacciones económicas internacionales». Simancas apostó por utilizar las nuevas tecnologías como un instrumento al servicio de la mejora de calidad de vida del ser humano y no como un fin en sí mismas.