Mariano Rajoy, junto a Javier Arenas, ayer en San Lorenzo del Escorial.

TW
0
AGENCIAS-S.L.DEL ESCORIAL El vicepresidente primero del Gobierno y ministro del Interior, Mariano Rajoy, explicó ayer, tras pronunciar una conferencia en los cursos de verano de El Escorial, que espera que parte de los costos que se produzcan en el sector taurino por la influencia de la enfermedad de las 'vacas locas' sean asumidos por la Administración. Adelantó que mañana va a haber una reunión entre el subsecretario de agricultura y el sector y manifestó su esperanza de que se llegue a un acuerdo similar al que hubo antes del 30 de junio que fue cuando se produjo la modificación de la normativa europea.

Añadió que espera que este acuerdo sirva para que los costos que supone el tema de las 'vacas locas' puedan ser soportados en parte por las administraciones públicas. «Tengo la convicción de que va a haber un entendimiento», agregó. El presidente de la Asociación de Ganaderos de Toros de Lidia, Eduardo Martín-Peñato, aseguró ayer que la situación del sector es «muy delicada» y, por este motivo, consideró: «tenemos que tomar una decisión firme y decir al Gobierno que no podemos seguir suspendiendo festejos, tenemos que dar una respuesta clara. Estamos pasando por un momento crítico», subrayó.

Según explicó, el Ministerio de Agricultura se comprometió a dar una respuesta satisfactoria a sus demandas en la reunión en la que participarán mañana todos los implicados. Para Martín-Peñato, hasta el momento el Ministerio no les ha propuesto otra opción que «que nosotros perdiéramos la carne, que acometieramos la incineración y el transporte, y que ellos estudiarían una pequeña ayuda».

A su juicio, con estas medidas el ochenta por ciento de los festejos, es decir, los menores «no se van a poder celebrar» dado que estos gastos suponen que el presupuesto se eleve demasiado para los pequeños empresarios. Por este motivo, señaló que a pesar de las perdidas que pueda suponer un paro de estas características «estamos dispuestos a aguantar el tirón porque peor sería dejar de celebrar festejos, ya que esto supondría la quiebra de la Fiesta en el futuro».