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La nueva gasolina sin plomo con aditivo de sales de potasio sustituye a partir de ayer a la clásica súper de 97 octanos, de acuerdo con la medida aprobada por el Consejo de Ministros el pasado 6 de julio en respuesta al mandato comunitario de suspensión del uso de los carburantes con plomo.

Esta nueva gasolina, destinada a servir de combustible a 1'5 millones de vehículos sin catalizador que sólo pueden utilizar la súper, se ha puesto a la venta en las diferentes estaciones de servicio al mismo precio que tenía antes la de 97 octanos, una media de 140 pesetas el litro.

Cada operadora ha denominado al nuevo carburante de una manera diferente, y así Repsol la llama «Nueva Súper 97»; Cepsa, «Nueva Súper» y BP, «BP Eco Súper 97». La nueva gasolina es un producto alternativo al combustible con plomo.