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SAN FRANCISCO. EFE. El FBI investiga los rastros digitales que los terroristas dejaron en ordenadores de bibliotecas públicas y tiendas de reprografía donde utilizaron internet para comprar billetes de avión y planear los ataques. Varios de los 19 terroristas que secuestraron cuatro aviones la semana pasada para estrellarlos después contra las Torres Gemelas y el Pentágono fueron dejando huellas digitales en lugares públicos, como bibliotecas y tiendas de la cadena de reprografía Kinkos, en Florida, según expertos del FBI. Los secuestradores utilizaron internet para comprar billetes de avión, planear los ataques y comunicarse entre ellos para coordinar sus movimientos. Desde los ordenadores de la cadena Kinkos, en Hollywood (Florida), los secuestradores accedieron a páginas de compañías de viajes en internet, compraron billetes electrónicos y, por razones que se desconocen, incluso introdujeron sus números de «viajeros frecuentes». Un portavoz de la popular página de viajes en internet Travelocity ya ha confirmado que dos de los secuestradores compraron sus billetes a través de esta web. Otro de los lugares favoritos de los secuestradores para comunicarse con sus secuaces o planear sus acciones fueron las bibliotecas, como la de Delray Beach, en Florida, donde el presunto secuestrador Mohald Alshehri -que iba en uno de los vuelos que se estrellaron contra las torres del World Trade Center- utilizó los ordenadores públicos frecuentemente.