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Convergència i Unió ha decidido dejar «en suspenso» su apoyo al proyecto de ley de universidades y se sumó ayer a los partidos de la oposición al pedir que se ralentice la tramitación parlamentaria del texto.

La sesión comenzó con las críticas de PSOE, IU, PNV y Mixto, a los que se sumó el portavoz de CiU, Ignasi Guardans, por el hecho de que en una única sesión los integrantes revisaran el miércoles las más de 700 enmiendas presentadas contra el texto, y que ayer la Comisión pretendiera dejar lista la ley para su aprobación en el pleno de la próxima semana.

Ignasi Guardans, tras constatar que la mayoría de las enmiendas de su grupo han sido incorporadas al texto y considerar que éste ha mejorado en muchos aspectos en relación al proyecto presentado por el Ejecutivo, manifestó que su grupo no puede por el momento apoyarlo. El portavoz de CiU aseguró que su grupo se siente «perturbado» por la forma en que se está tramitando el proyecto, y que le «desagrada la tensión social» que se ha provocado entre la comunidad universitaria, y aseveró que si el PP mantiene su intención de concluir en una semana la tramitación del texto en el Congreso, CiU no lo apoyará y se abstendrá en la votación, por lo que pidió que se aplace el debate ante el pleno.

La oposición reiteró como argumentos la invasión de competencias autonómicas, el «excesivo reglamentismo» y uniformidad del texto, y la desconfianza hacia la universidad.