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El presidente estadounidense, George W.Bush, congeló temporalmente millones de dólares de ayuda a una organización internacional de planificación familiar para mostrar su oposición a los métodos de control de natalidad en China, según publicó ayer el diario 'The Washington Post'. Según el diario, la Casa Blanca decidió congelar 34 millones de dólares (37'4 millones de euros) de los Fondos de Población de la ONU. Esta decisión se produjo tras las presiones de las organizaciones contrarias al aborto, según las cuales esta agencia, que proporciona ayuda a los programas de planificación familiar en China, cierra los ojos a los abortos y esterilizaciones forzadas, y la Casa Blanca tiene intención de cortar definitivamente el crédito.

Responsables de Naciones Unidas negaron estas acusaciones, asegurando que vigilan muy de cerca los programas financiados y que un equipo independiente fue enviado el año pasado a China para investigar. Para Naciones Unidas, la reducción de ingresos equivale a no poder evitar 800.000 abortos, la muerte de 4.700 mujeres y la de 77.000 niños menores de cinco años, indicó al 'Washington Post' Stirling Scruggs, portavoz de la agencia. Por otro lado Bush aseguró que centrará sus prioridades de gobierno en impulsar la economía, ahora en recesión, y en luchar contra el terrorismo. Bush dijo que en febrero presentará al Congreso «un presupuesto fijando las prioridades del Gobierno para el año fiscal 2003», que comenzará el 1 de octubre.