Aznar, rodeado por las ministras Villalobos, Birulés y Del Castillo.

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No obstante, Birulés reconoció que hay un desconocimiento respecto a las nuevas tecnologías que requiere que se siga investigando. Una opinión similar vertió la ministra de Sanidad y Consumo, Celia Villalobos, quien aseguró que no hay evidencia científica de las emisiones radioeléctricas, aunque pidió información a las empresas para evitar alarma social. Birulés recordó que en el actual real decreto se recogen todas las condiciones técnicas de distancias y potencias de las instalaciones y que está avalado por los informes científicos, «respondiendo a todas las recomendaciones de salud».

Esta posición fue reafirmada por la ministra de Sanidad y Consumo, Celia Villalobos, que insistió en que no hay evidencia científica de que las emisiones radioeléctricas de las antenas de telefonía estén relacionadas con el desarrollo del cáncer. No obstante, subrayó la importancia de que las empresas aporten información necesaria para evitar la alarma social. En su opinión, el desconocimiento sobre los supuestos efectos nocivos para la salud de las nuevas tecnologías hace necesaria dicha información y la transparencia de las compañías para explicar su trabajo.

La ministra, que dijo comprender la preocupación de los afectados, subrayó su confianza en los informes científicos que maneja su departamento. Un informe elaborado por expertos en campos electromagnéticos de Sanidad asegura que la exposición a los niveles establecidos en la ley no provoca efectos adversos para la salud.

Sin embargo, los expertos reconocen que no tienen estudios que determinen los efectos nocivos a largo plazo derivados de la exposición a radiofrecuencias. Por eso, recomiendan vigilancia para evaluar posibles efectos en la salud a medio y largo plazo. En principio recomiendan evitar la exposición al haz de emisión directa de las antenas sobre todo en espacios sensibles como escuelas, centros de salud, hospitales o parques públicos.

Mientras, un total de 208 niños del colegio García Quintana de Valladolid, donde se han detectado cuatro casos de cáncer infantil, han solicitado ser sometidos a una revisión de salud, que comenzaron a practicarse ayer en el hospital Clínico, mientras que por parte de los trabajadores sólo ha existido una petición. Serán cuatro médicos pediatras los encargados de realizar las revisiones de salud y cada uno de ellos atenderá a seis niños, por lo que al día serán 24 niños los que se someterán a las pruebas médicas.