La princesa Margarita, la hermana fiel de la reina Isabel II de
Inglaterra, murió ayer a los 71 años víctima de una nueva
apoplejía, dejando atrás una vida marcada por el tabaco, la bebida,
las fiestas y un amor frustrado. La única hermana de la soberana
falleció «mientras dormía» a las 06.30 de la madrugada en el
hospital Rey Eduardo VII de Londres, donde fue ingresada la
madrugada del sábado desde el palacio de Kensington. Sus hijos lord
David Linley y lady Sarah Chatto estaban junto a su madre en el
momento del desenlace, mientras que la Reina Madre, de 101 años,
fue informada del fallecimiento.
El féretro con los restos de la princesa fue trasladado al
palacio de Kensington, donde permanecerá hasta principios de la
próxima semana. El funeral se celebrará el viernes día 15 en la
capilla San Jorge del castillo de Windsor. La muerte de Margarita
no fue recibida con sorpresa en Londres, dado que su estado de
salud se había deteriorado, sobre todo tras padecer una apoplejía a
principios del año pasado. Con su muerte, desaparece uno de los
miembros de la Familia Real más populares de la posguerra. La
muerte de su padre le hizo aumentar su dependencia del tabaco,
hasta tal punto que llegó a fumar sesenta cigarrillos por día, algo
que años después tendría serias consecuencias para su salud.
Su espíritu libre y divertido chocó con las estrictas reglas de
la monarquía al no poder casarse en 1955 con el capitán Peter
Townsend, un militar divorciado del que estaba profundamente
enamorada. Debido a que la monarquía no se podía permitir un nuevo
escándalo tras la polémica en 1936 por la abdicación del rey
Eduardo VIII para casarse con la divorciada Wallis Simpson, la
princesa Margarita tuvo que renunciar al amor de Townsend.
Margarita se sumió en una gran tristeza y se refugió en el tabaco y
el alcohol. Años después conoció al fotógrafo Anthony
Armstrong-Jones, conde de Snowdon, con quien se casó en 1960 y tuvo
dos hijos, pero el matrimonio fracasó en 1978.
La princesa Margarita realizó en agosto de 1991 una visita
sorpresa a Mallorca, isla a la que llegó en un vuelo regular de la
compañía British Midland. La llegada de la hermana de Isabel II
pasó completamente desapercibida hasta el momento en que llegó al
Anchorage Club de Illetas. La princesa viajó a Mallorca iinvitada
por el banquero Sir Mark Weinberg, con el que disfrutó de largas
jornadas en el mar a bordo del yate «Philante».
El carácter privado de la visita de la princesa Margarita y las
pocas facilidades para la prensa limitaron las imágenes de la
hermana menor de Isabel II a los momentos en que ésta abandonaba el
yate en el puerto. Por otra parte, los Reyes de España se pusieron
ayer en contacto telefónico con la Reina Isabel II de Inglaterra
nada más conocer el fallecimiento de la princesa Margarita, y
mandaron telegramas de pésame.
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