La muerte de los dos jóvenes en la 'macrofiesta' de Málaga ha
levantado la polémica, el cruce de acusaciones y la búsqueda de
culpables, además de encender la alarma social sobre el consumo de
drogas de diseño en la juventud española. En el día de ayer, el
portavoz del grupo municipal socialista y secretario general de la
FSM, Rafael Simancas, anunció que su partido solicitará la puesta
en marcha de campañas de prevención dirigidas a los jóvenes para
evitar el consumo de éxtasis, con información sobre los perjuicios
para la salud que tiene esta droga.
Igualmente, el Grupo Parlamentario Socialista en el Congreso
pidió ayer la comparecencia en esta cámara del ministro del
Interior, Mariano Rajoy, del delegado del Gobierno en el Plan
Nacional Sobre Drogas, Gonzalo Robles y el director del Instituto
Nacional de Toxicología, José Cabrera, para que expliquen las
circunstancias que han rodeado la muerte de dos jóvenes en Málaga
por el consumo de éxtasis, según informó la portavoz de este grupo
en la Comisión para el Estudio del Problema de las Drogas, Carmen
Romero.
Romero considera que este suceso «es muy grave» por lo que los
responsables de estos organismos «deben explicar todo lo que ha
sucedido». A su juicio, las razones dadas hasta el momento sobre
esta causa «son insuficientes para explicar el consumo de drogas
ilícitas en lugares de reunión masiva de jóvenes». Por su parte, la
ministra de Educación y Cultura, Pilar del Castillo, afirmó ayer en
los pasillos del Senado que el fenómeno del 'botellón' y el consumo
de drogas «están en parte interconectados», en referencia a la
muerte de dos jóvenes en Málaga.
«Por tanto, yo creo que hay dos problemas que están
interconectados y hace falta una contribución de todos», añadió del
Castillo, que aseguró que el incidente ha causado una grave
conmoción en la sociedad española. En lo que se refiere a las
investigaciones sobre las muertes de Málaga, ayer se conoció que la
autopsia de uno de los jóvenes fallecidos, Joaquín Barragán, revela
que murió por un fallo multiorgánico a causa probablemente de un
exceso de derivados anfetamínicos.
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