Las viviendas de nueva construcción que se destinen a alquiler también se beneficiarán.

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Los contribuyentes que alquilen viviendas desocupadas o de nueva construcción este mismo año podrán beneficiarse de la deducción «adicional» que incluirá por ese concepto el nuevo IRPF, a pesar de que este impuesto no entrará en vigor hasta el 1 de enero del 2003. El anteproyecto de ley del nuevo IRPF incluye novedades como una reducción «adicional» durante varios años de un 25 por ciento del rendimiento íntegro del arrendamiento para los propietarios que alquilen alguna vivienda desocupada entre el 19 de abril del 2002 y el 31 de diciembre del 2004, fecha límite para poder beneficiarse de esta medida.

La entrada en vigor de esta medida coincide con la fecha en que el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, informó al Consejo de Ministros sobre la reforma fiscal que prepara su departamento y que aprobará en breve el Gobierno para su posterior envío a las Cortes. El objetivo de esa reforma fiscal, que reduce a cinco los seis tramos actuales de la tarifa es que todos los contribuyentes paguen menos y sobre todo los de menores rentas y las familias. Los propietarios que formalicen en el 2002 y el 2003 un contrato de alquiler de vivienda disfrutarán de la citada deducción del 25 por ciento anualmente en sus respectivas declaraciones hasta el año 2007, inclusive.

En el caso de que el contrato de alquiler se realizara en el 2004, el arrendador extendería esta ventaja fiscal hasta el ejercicio siguiente, el 2008. La deducción al alquiler de una vivienda desocupada podría ser de hasta un cincuenta por ciento al acumularse otras reducciones incluidas en el nuevo impuesto, que permite compatibilizarlas con otras ventajas fiscales en dicho sector. Así, los propietarios que alquilen viviendas se reducirán de forma general con el nuevo IRPF un quince por ciento sobre los ingresos brutos obtenidos. Esta deducción será aplicable tanto si la vivienda estaba desocupada o no antes de ser arrendada.

Además, los inmuebles alquilados "que incluyen la vivienda y otros" incluirán varios conceptos como gastos deducibles "siempre con el límite de los rendimientos netos". Estos tendrán deducciones por intereses, tributos y recargos no estatales; por saldos de dudoso cobro (impagos); un diez por ciento por gastos de difícil justificación; y se incrementará la amortización al 3%, frente al 2 actual. La idea del Gobierno es elevar la oferta de viviendas en alquiler para que bajen sus precios y se incentive el flujo de trabajadores entre las comunidades autónomas.