Organizaciones medioambientales, protestando por la actuación de distintos gobiernos.

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AGENCIAS-JOHANNESBURGO El director del programa de las Naciones Unidas contra el sida (ONUSIDA), Peter Piot, advirtió ayer en la Cumbre de la Tierra que se celebra desde el lunes en Johannesburgo que es necesario controlar el sida para alcanzar el desarrollo sostenible. «No habrá desarrollo sostenible mientras el sida siga estando fuera de control, mientras buena parte de la gente que tiene que impulsar este planeta hacia adelante esté enferma o muerta». Así de rotundo se mostró Piot, quien advirtió que este tema «debería estar en todos los documentos de las grandes conferencias».

Para Piot, resolver esta cuestión es un factor clave para el desarrollo de muchos países, por lo que criticó que en cuatro días de negociaciones en Johannesburgo no haya habido ninguna mención de los delegados a esta epidemia, que hasta el año 2020 podría matar a 68 millones de personas en todo el mundo «si los países más afectados no ponen en marcha políticas eficaces».

Este sábado, día en que finalizará la cumbre, se aprobará previsiblemente la Declaración de Guateng, por la que se creará una Red de Regiones, impulsada por Cataluña y el País Vasco y que estará formada por 24 territorios, que abordará aspectos como el cambio en los hábitos culturales con el objetivo de fomentar el respeto medioambiental y la gobernabilidad necesaria para afrontar la construcción de redes de equipamientos ambientales.

Por su parte, Estados Unidos se autoproclamó ayer «campeón mundial del desarrollo sostenible» en el curso de la presentación de cinco «iniciativas» de ayuda al desarrollo en los países pobres para las que se prevé la cooperación entre los sectores privado y público. «Presentamos nuestras iniciativas y debo añadir que Estados Unidos es el campeón mundial del desarrollo sostenible», declaró la responsable de la delegación estadounidense en la cumbre de la Tierra, la subsecretaria de Estado de asuntos globales, Paula Dobriansky.

«Ningún país ha hecho más o ha contribuido tanto al desarrollo sostenible», añadió Dobriansky, frente a las críticas de Organizaciones No Gubernamentales y de buena parte de la opinión pública internacional.