TW
0
EFE-LAS PALMAS La Guardia Civil detuvo en la madrugada de ayer a 112 inmigrantes de cinco pateras, dos de ellas interceptadas por la patrullera con peligro de hundirse cuando ya había embarcado a los ocupantes de otras dos, lo que obligó a los agentes a subir a bordo a un total de 89 personas, incluido un bebé. Entre los detenidos se encontraban, además de los diez patrones, trece mujeres, dos de ellas embarazadas y una con un bebé de cuatro días que tiritaba de frío en sus brazos.

La patrullera de la Benemérita interceptó las embarcaciones entre las 23.30 y las 03.00 de la madrugada a una distancia que osciló entre las seis y las diez millas de la costa de Pozo Negro, en Fuerteventura. La Guardia Civil se arriesgó a subir a tantas personas a bordo porque el estado del mar lo permitía y porque las embarcaciones tenían entradas de agua, explicaron fuentes policiales, ya que si el estado del mar hubiera sido adverso no habría sido posible, debido a que la embarcación no es de rescate ni está preparada para transportar a casi cien personas.

En estas cuatro embarcaciones viajaban ocho patrones marroquíes, 77 hombres subsaharianos y las dos mujeres embarazadas más la madre con el bebé. El bebé fue trasladado de inmediato a Gran Canaria para recibir atención médica, ya que padecía una infección. Las condiciones en que nació y viajó el bebé, una niña alumbrada en el desierto poco antes de subir a una patera, le provocaron una infección a través del cordón umbilical que no pudó ser tratada en Fuerteventura, pues en sus centros sanitarios no existe ninguna unidad de neonatología que pueda prestar los cuidados adecuados a pequeños de tan corta edad, según informaron fuentes médicas.

En consecuencia, los responsables del servicio de Pediatría del Hospital Insular de Fuerteventura, donde fue atendida inicialmente, ordenaron el traslado de la pequeña a Gran Canaria y, a tal fin, demandaron la intervención de un helicóptero del Grupo de Intervención y Emergencias regional, que esperó en la primera isla en espera de que se ultimaran unas pruebas a la niña. El bebé fue luego subido a bordo del helicóptero dentro de una incubadora con el fin de garantizar que se mantuviera en las mejores condiciones durante el viaje a Las Palmas de Gran Canaria, donde fue ingresada en el Hospital Materno-Infantil.

Por otra parte, las tres mujeres fueron trasladadas en ambulancias al centro hospitalario de Puerto del Rosario, a donde las había llevado la patrullera.