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EUROPA PRESS-BRUSELAS Una de cada dos muertes violentas ocurridas en el mundo durante el año 2000 se debió a lesiones que la víctima se infringió a sí misma de forma voluntaria, según recoge el informe sobre violencia y salud que la Organización Mundial de Salud (OMS). El organismo internacional computó ese año 1'6 millones de muertes debidas a episodios de violencia, lo que equivale a una tasa de 28'8 por cada 100.000 fallecimientos. Unas 815.000 de esas muertes fueron suicidios (14'5 por cada 100.000), lo que lleva a los autores del informe a observar que cada 40 segundos una persona pone fin a su vida.

Tras el suicidio, el homicidio. El crimen fue la segunda causa de muerte violenta con más de 500.000 casos (199.000 de los cuales con víctimas de entre 10 y 29 años), seguida de los conflictos bélicos, que mataron a 300.000 personas en 2000. En 2000, las tasas de suicidio más elevadas se dieron en Europa del Este, mientras que las más debiles correspondieron a América Latina y en algunos países asiáticos.

Por otra parte, la OMS detecta en el informe un progresivo aumento de la violencia juvenil, mucho más presente en la población masculina que femenina. También alerta sobre el problema del maltrato a menores, que originó 57.000 muertes y traumas físicos y psíquicos a un número indeterminado de niños que el informe estima «en millones».