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Un grupo de 56 personas presentó ayer una demanda en los tribunales londinenses contra 28 líneas aéreas en relación con casos de trombosis venosa profunda (TVP), el llamado «síndrome de la clase turista». Los abogados de los demandantes alegan que las largas horas de vuelo en un espacio personal muy reducido pueden causar episodios de TVP. Esos casos deben considerarse un «accidente» y, por lo tanto, las líneas aéreas deben pagar una indemnización de acuerdo con la convención de Varsovia, que regula la aviación comercial, opinan.

Consideran además que las aerolíneas debían haberles informado sobre los riesgos de padecer coágulos en la sangre. En cambio, las líneas aéreas "entre las que se encuentran British Airways, la holandesa KLM o la australiana Qantas" argumentan que la trombosis es una enfermedad y no un accidente y, por lo tanto, la convención de Varsovia les protege del pago de indemnizaciones.

Según el abogado Des Collins, quien representa a los demandantes, la «seguridad tiene que ser siempre lo primero y en este caso no parece que haya sido así». «Si el sector conocía, como tendría que ser el caso, el riesgo que corren los pasajeros, no puede justificarse su silencio en los últimos años». Los demandantes son o bien víctimas de episodios de trombosis o familiares de pasajeros fallecidos a consecuencia de esa condición.