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El secretario portavoz de la Conferencia Episcopal española, monseñor Juan José Asenjo, manifestó ayer que la violación de la niña nicaragüense de nueve años no se arregla con el aborto y la muerte de un ser inocente. Poco después de terminar la reunión de la Comisión Permanente de la Conferencia Episcopal española, monseñor Asenjo indicó que la Iglesia, en su defensa de la vida, se opone a la eutanasia y al aborto. Lamentó que se haya producido un hecho tan grave como es la violación de una niña de nueve años.

Monseñor Asenjo aseguró que los padres y las autoridades nicaragüenses deben acompañar con todo amor y cariño a esta niña ante las difíciles circunstancias en que se encuentra. «Yo lucharía por salvaguardar los derechos de los demás. El aborto es un mal absoluto contra el que hay que luchar», comentó el portavoz episcopal.

A la niña podrían practicarle un aborto en una clínica privada de Nicaragua, adonde fue trasladada con 15 semanas de gestación y con un embarazo de «alto riesgo», o sacarla del país para salvarla, según las opciones que barajan sus padres. No obstante, la vida de la pequeña Rosa corre peligro tanto si continúa con el embarazo como si se le practica un aborto, advirtió el miércoles una junta médica que examinó a la menor. La menor sufre 'hipertensión estacionaria', relacionado con su corta edad, infección renal y otra de transmisión sexual.