Las fans de un equipo de rugby animaron con máscaras a los deportistas en un partido celebrado en Hong Kong.

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Varias empresas de Hong Kong y Singapur se han visto obligadas a suspender sus operaciones y poner en cuarentena a sus trabajadores ante la propagación de la neumonía atípica, que ha causado 54 muertos en todo el mundo. La alarma parece haber cundido entre la población de ambos territorios, donde el uso de mascarillas es generalizado y el hecho de que alguien tosa en un lugar público levanta miradas de preocupación y temor.

Las consecuencias de la neumonía atípica han alcanzado a algunas de las principales empresas de la región. De esta manera, la compañía informática Hewlett-Packard cerró una de sus principales oficinas en Hong Kong y envió a 300 trabajadores a casa después de que un empleado presentara síntomas de la dolencia, al tiempo que el Banco de China cerraba una de sus sucursales por la misma razón, la misma actitud de siguió el grupo británico Hong Kong Shangai Banking Holdings.

Según la Organización Mundial de la Salud, el Síndrome Respiratorio Agudo (SRAS) tuvo su origen en China, donde se han producido 34 muertes y hay más de 800 infectados, y desde allí se extendió a Hong Kong, donde ha causado once víctimas mortales, y al resto del mundo.

En Singapur, el fabricante de telefonía móvil Motorola confirmó que uno de sus trabajadores está infectado con el virus, lo que ha llevado a la empresa a retirar temporalmente a unos 530 trabajadores de la planta de producción.

Además de la cuarentena, las autoridades de Hong Kong han establecido que todos los viajeros que lleguen por tierra, mar o aire al territorio deberán rellenar un detallado cuestionario de salud. Aquellos que muestren los síntomas de la grave neumonía serán sometidos a inspección médica o ingresados en el hospital Princess Margaret.

El virus de la neumonía atípica ha impedido a los honkonguenses disfrutar de algunos de los eventos más esperados. Tres días después de que los Rolling Stones cancelaran sus conciertos en el territorio para evitar el potencial contagio, el guitarrista Carlos Santana y el grupo Moby anunciaron la misma medida.

El mundo, por otra parte, vive con la misma intensidad la situación. En Ontario, Canadá, un segundo hospital fue cerrado y miles de personas fueron puestas en cuarentena a causa de la multiplicación del SRAS. En Nueva York, ayer se confirmó un nuevo caso que eleva hasta cinco los enfermos. Y, en Bangkok, falleció Carlo Urbani, el primer médico que trató la dolencia.