El jefe de Virología de la Universidad de Hong Kong, ante una proyección del virus.

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Expertos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) afirmaron ayer que la epidemia de neumonía atípica ha perdido fuerza en los últimos días, pero que todavía no se puede decir que la enfermedad esté controlada porque «el peligro continúa de forma latente».

El Ministerio chino de Salud confirmó el lunes que un total de 53 personas han muerto víctimas del Síndrome Respiratorio Agudo y Grave (SARS), y hay 1.268 contagiadas en el gigante asiático; aunque la prensa independiente cifra en 70 el número de víctimas mortales.

«Es evidente que hay una tendencia a la baja en el número de afectados. Con todo, el problema no se ha extinguido y el peligro es aún latente», señaló Robert Breiman, jefe del equipo de expertos de la OMS que realiza una investigación sobre la misteriosa enfermedad en Cantón (sur de China).

Breiman realizó estas declaraciones en la capital de la provincia meridional de Cantón -epicentro de la epidemia, con 43 muertos y más de 1.200 casos-, donde la enfermedad empezó a propagarse el pasado mes de noviembre por China y luego a varios países del mundo.

La SARS, que se manifiesta con los síntomas de la gripe unidos a graves problemas respiratorios, ha provocado la muerte de unas 100 personas en 18 países, donde el número de infectados sobrepasa ya los 2.600.

Dentro de este ambiente de inquietud y «miedo latente», la comunidad extranjera en Pekín está tomando serias precauciones para evitar el contagio del SARS y sigue a rajatabla los consejos recomendados por sus respectivas Embajadas.