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La Sección Primera de la Audiencia de Girona ha condenado a cinco de los ocho acusados del secuestro de la farmacéutica de Olot Maria Angels Feliu a una pena total de 94 años y medio de cárcel por delitos de detención ilegal y lesiones. Ramon Ullastre ha sido condenado a 22 años y cuatro meses de cárcel, Antoni Guirado, también ha sido condenado a la misma pena, mientras que la esposa de Ullastre, Monsterrat Texidor, ha sido condenada a 18 años y tres meses de cárcel, Sebastià Comas, alias Iñaki , ha sido condenado a 17 años de cárcel, y José Luis Paz, alias Pato , a 14 años y siete meses de cárcel. Además, el tribunal les ha condenado a que indemnicen entre todos con un millón de euros a la víctima y les ha prohibido que se acerquen a Olot o a Feliu y su familia durante un período de cinco años. La Audiencia de Girona ha denegado las peticiones de nulidad de prueba que presentaron los abogados defensores y ha avaldo la actuación policial, que ha sido tan criticada durante el proceso.

Guirado se negó a declarar durante el juicio, pero el tribunal reuerda en la sentencia que fue el mismo quien confesó los hechos y que tiene diversas declaraciones en la instrucción de la causa en las que reconoce su participación en los hechos. La sentencia señala que fueron Guirado y Ullastre los que idearon el secuestro. El abogado de Guirado solicitó su absolución al alegar que se había producido vulneración de los derechos fundamentales de su cliente, pero nunca negó su participación en el secuestro. La sentencia también recoge el testimonio de los policías locales que escuharon su confesión, cinco años después de que Feliu hubiera sido liberada.

Sobre Ullastre, quien también reconoció durante la instrucción de la causa y tras su detención su participación aunque se negó a declarar durante el juicio, el tribunal afirma que existe numerosa prueba de cargo para condenarle. Ullastre, en cuya casa de Sant Pere de Torelló (Barcelona), estuvo recluida Feliu durante 492 días, incriminó además a Guirado y viceversa en sus declaraciones en la instrucción de la causa. simismo, la propia esposa de Ullastre, la también acusada y condenada Monserrat Teixidor, reconoció que Feliu había estado secuestrada en su casa. Además, sobre el procesado, también pesa una prueba de ADN. Sobre la participación de Teixidor en los hechos, el tribunal basa su condena en el hecho de que era imposible que no supiera de la existencia del zulo en su casa y que, además participó en tareas durante el secuestro. De Sebastià Comas, el único de los procesados que durante el juicio reconoció su participación en los hechos, el tribunal afirma que además existen testigos que ratifican su participación.