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Las conclusiones del estudio sobre actitudes y hábitos sexuales en España elaborado por la Federación Española de Sociedades de Sexología (FESS) fue presentado ayer. Entre las conclusiones destaca que una programación no está reñida con el placer ya que el 86% se muestra satisfecho con su sexualidad, por otra parte, un 40% de las personas con alguna disfunción sexual no han consultado con ningún profesional.

El lugar preferido para practicar el sexo es la propia casa (94%), sobre todo el dormitorio (93%), seguido de la sala de estar (24%), el baño (13%) y la cocina (9%).

Fuera del domicilio, el coche (11%) seguido de los hoteles, las playas o el campo y la casa de un amigo son los entornos preferidos para mantener relaciones sexuales, cuya frecuencia en un 50% de los encuestados es de 2 o 3 veces por semana, sobre todo en parejas estables.

Sábado noche
Entre las personas que planifican el mayor porcentaje elige el sábado y la hora del día, «por la noche», y quienes confiesan planear más sus relaciones son los jóvenes, las parejas que llevan juntas menos de tres años y las que no conviven.

En correlación, un 45% reconoce cuidar los detalles para ambientar el lugar de cara al encuentro sexual con música (un 55%), velas (36%), bebida (19%) o ropa especial (19%), entre otros elementos.

Un dato «positivo» del estudio es que un 96% de los encuestados practica juegos preliminares a las relaciones sexuales «algo que demuestra que cada vez somos más sensibles en incorporar elementos extra genitales», señaló el presidente de la SESS, Francisco Cabello.

Esto abunda en la idea defendida por los sexólogos de que «la espontaneidad no es necesariamente lo mejor, la planificación es positiva y desdeña el arquetipo de 'aquí te pillo aquí te mato' del macho ibérico», afirmó Cabello.

Así, el 86% reconoce estar contento con sus relaciones, cifra superior a otros países europeos, y los más satisfechos resultan aquellos que «se comunican con su pareja y planifican el escenario de su relación», indicó Cabello, quien abogó por «quitar matemáticas al sexo» y no asociar siempre satisfacción con frecuencia.

Entre los aspectos negativos reflejados por la muestra figuran que uno de cada tres reconoce tener alguna disfunción sexual, de los cuales un 40% no consulta con nadie y, de quien lo hace, solo un 15% acude a un profesional.

El problema más reseñado por los encuestados fue la inapetencia (un 24% de las mujeres), seguido de la disfunción eréctil (8%), problemas para alcanzar el orgasmo (8%), o los problemas en el control de la eyaculación (6%).