Las pequeñas, de tan sólo cuatro meses, fueron separadas ayer en Singapur.

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EFE-SINGAPUR
Las siamesas surcoreanas Sa Ran (amor) y Ji Hye (sabiduría) fueron separadas con éxito ayer, tras cuatro meses de vida unidas por la parte baja de la espina dorsal, en el hospital privado Raffles de Singapur.

La separación de estos órganos, según los expertos, aunque ha complicado el trabajo de los cirujanos, no resultará en la infertilidad de las niñas. También se anunció que tanto la dirección del Raffles como el equipo médico habían decidido no cobrar por la operación, cuyo coste se calculaba en unos 29.000 dólares.

El portavoz del centro sanitario, el médico Prem Kumar, anunció que la separación se produjo una hora y cuarenta minutos después del comienzo de la intervención. Kumar manifestó que ahora trabajaban en el proceso de reconstrucción y cirugía plástica.

Las niñas pasarán una semana en cuidados intensivos antes de ser trasladadas a otro departamento e iniciar el proceso de rehabilitación para garantizar que puedan moverse con normalidad.

Kumar advirtió que se trata de la primera vez que se separa a siamesas unidas por la pelvis y que la intervención puso de manifiesto que las niñas también compartían ciertos órganos internos de la zona del colon rectal y genital.

Este hospital es el mismo en el que apenas hace dos semanas fallecieron las siamesas iraníes de 29 años Ladan y Laleh Bijani, que estaban unidas por el cráneo. Ladan y Laleh fallecieron desangradas en la mesa de operaciones a las cincuenta horas del comienzo de la operación y justo después de que los cirujanos hubiesen completado la separación de los dos cerebros, que estaban unidos en un treinta por ciento y que compartían la misma arteria para el riego sanguíneo.