El puente de Brooklyn, iluminado tras haber recuperado el suministro eléctrico.

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El secretario de Energía de Estados Unidos, Spencer Abraham, prometió ayer una amplia investigación sobre las causas del peor apagón de la historia de ese país, que ahora enfoca la atención en tres líneas de transmisión en el Estado de Ohio. Los primeros cáculos estiman que las pérdidas provocadas por el apagón se elevan a 1.000 millones de dólares, cantidad que incluye las horas extras de todos los funcionarios que trabajaron durante el mismo. Sobre las causas del apagón, Abraham dijo que es «demasiado pronto para contestarlo. Por eso es que hemos armado un equipo para llevar a cabo la investigación.

«Ayer enviamos equipos de investigadores al terreno por todas las regiones que fueron afectadas. Tenemos cientos de miles de millas de líneas de transmisión que deben ser inspeccionadas», agregó Abraham. Al respecto, la compañía FirstEnergy Corp, con sede en Ohio, afirmó que tres líneas en los alrededores de la ciudad de Cleveland habían fallado horas antes del masivo apagón que afectó a ocho Estados y a la provincia canadiense de Ontario.

FirstEnergy admitió que la pantalla de alarma del sistema informático que vigila y controla los sistemas de transmisión y generación no estaba operando. «Los indicios para FirstEnergy eran que el sistema de la compañía estaba estable y los usuarios de FirstEnergy no experimentaron ninguna interrupción en su servicio debido a esas condiciones. Por lo tanto, no se reclamó el aislamiento del sistema de FirstEnergy», indicó la compañía en un comunicado.