28/08/03 0:00
Parece mentira que pueda volar. Éste es el primer pensamiento de un profano al ver aterrizar en Son Bonet una reliquia de la aviación con casi medio siglo en su fuselaje de madera y tela.
De este tipo de aparatos sólo quedan 14 unidades de las 192 que se construyeron en la década de los 50 como avión de entrenamiento del Ejército del Aire y para difundir la aviación civil en los aeroclubs. El ahora «mallorquín» AISA fue construido en 1956. El piloto comercial Gonzalo O'Kelly, que normalmente tripula un Airbus de Spanair, es el responsable de haber hecho llegar el AISA a Mallorca. En la última etapa, desde Reus y sobrevolando el Mediterráneo, le acompañó Miquel Nadal, vicepresidente del Consell de Mallorca y socio número uno de la Fundació.
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