TW
0

EUROPA PRESS-LONDRES
El que fuera mayordomo de Diana de Gales, Paul Burrell, señaló ayer, coincidiendo con la publicación de su polémico libro sobre la princesa «A Royal Duty» (Un deber real), que una sola llamada de la familia real hubiera evitado que saliera a la luz. Asimismo, Burrell aseguró que los príncipes Guillermo y Enrique «tienen que crecer», contestando así a las criticas que le realizaron acusándole de «fría y abierta traición» por haber escrito esta obra sobre su madre.

Burrell insistió que este es un «cariñoso homenaje» a la princesa y negó que actuara movido por venganza. Así, explicó que su objetivo es «acabar con las mentiras» que se han dicho sobre ella y manifestó que le gustaría sentarse y hablar con los dos hijos de Diana, con quienes tuvo una muy estrecha relación durante su infancia.

«Tengo muchas ganas de ver a los príncipes. Ellos se han ofrecido en verme y yo he dicho que só», explicó. «Yo he tratado en el pasado de forma desesperada poder contactar con ellos, pero no he recibido respuesta alguna», aseguró, a la vez que se preguntó «por qué no han atacado a otras personas que han escrito mentiras sobre su madre».

Asimismo, reveló que aunque después de la muerte de la princesa aseguró que no iba a escribir ningún libro, las cosas han cambiado en los últimos años, y criticó a la familia real por no haber mostrado interés en su persona y en su familia durante los difíciles momentos pasados cuando fue acusado de haber robado más de 300 objetos personales de la princesa. Aquel juicio fue, finalmente, suspendido.

Burrell, que incluye en su libro una carta de Diana en la que asegura temer un atentado en un simulacro de accidente de trafico, explicó que es su «obligación» dar a conocer este «documento histórico».