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OTR/PRESS-PARÍS
En el mundo hay ya 40 millones de personas que viven con el VIH o que han desarrollado ya el Sida, según el último estudio de ONUSIDA, programa conjunto de la ONU y la Organización Mundial de la Salud (OMS) para luchar contra la epidemia. Este informe lanza un grito de alarma sobre el avance de la pandemia y pide a los países «aumentar de forma radical los recursos y el compromiso político» para evitar una catástrofe, que amenaza principalmente al Àfrica subsahariana.

Cinco millones de los afectados por la enfermedad contrajeron el virus en 2003, lo que significa 14.000 contagios al día. De hecho, el horizonte que traza el informe no es esperanzador: «se han producido aumentos constantes en el número de personas que viven con el VIH/Sida, al igual que en defunciones por sida». Es decir, el sida es más devastador y contagia a cada vez más personas.

Durante 2003, hubo tres millones de fallecimientos por causa de esta enfermedad, que sigue expandiéndose sin que los diferentes programas internacionales consigan poner freno a su desarrollo. «La evolución de la epidemia no permite ningún respiro», constata ONUSIDA. El reto de frenar el sida pasa, según este organismo, por «dar un mayor impulso a los programas de prevención», y «un acceso más amplio a los tratamientos». «Se requiere un avance radical en estos frentes. De lo contrario, supondrá un fracaso».