Una cuarta parte de los hogares mantiene la temperatura de la
calefacción por encima de los 22 grados, la mayoría no utilizan
lámparas de bajo consumo o desconoce la clasificación energética de
sus electrodomésticos y dos de cada diez personas reconoce que no
siempre apaga la luz al salir de una habitación.
Son datos de una encuesta realizada por el grupo Conseur, al que
pertenece la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), en
España, Bélgica, Italia y Portugal y que refleja que muchos hábitos
cotidianos distan de lo aconsejable para ahorrar energía.
En esta partida las familias españolas gastan al año una media
de 549 euros en electricidad y 372 euros en gas, una cifra que se
abulta en invierno, cuando los rigores del clima obligan a las
calefacciones a funcionar a pleno rendimiento durante horas,
apetece que el agua de la ducha sea más caliente y las luces se
encienden a partir de las seis de la tarde.
Según publica la OCU en el último número de la revista «Compra
maestra», un 25 por ciento de los hogares en nuestro país mantiene
una temperatura de más de 22 grados, cuando no es necesario que
superen los 20. Esa diferencia de dos grados puede suponer un
ahorro en torno a un 10 por ciento en el recibo del gas o la
luz.
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