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La primera investigación judicial británica sobre la trágica muerte de la princesa Diana de Gales, ocurrida en 1997 en un accidente de tráfico en París, empezará el próximo 6 de enero, anunció ayer el magistrado Michael Burgess. Burgess, juez de instrucción de Surrey, al sur de Londres, y responsable de investigar casos de muerte sospechosa de los miembros de la familia real británica, se hará cargo de la primera indagación oficial en el Reino Unido sobre la muerte de Lady Di. El juez indicó que habrá dos investigaciones por separado: una sobre la muerte de la princesa y otra sobre la de su acompañante y novio Dodi Al Fayed, fallecido en el mismo accidente.

«Me complace confirmar que abriré investigaciones sobre la muerte de Diana, princesa de Gales, y de Dodi Al Fayed el martes 6 de enero de 2004», anunció Burgess, al precisar que no llamará a declarar a ningún testigo. «En ninguna vista -explicó-, tomaré testimonios a testigos en persona, pero haré una declaración que cubrirá asuntos como el objetivo de las investigaciones, cómo serán dirigidas y la naturaleza y el alcance de las pruebas que espero obtener». Burguess ha tardado aproximadamente un año en fijar una fecha debido a la «complejidad» del caso, tras las conversaciones que ha mantenido tanto con la Casa Real como con los familiares de Al Fayed.

El proceso sobre la muerte de Diana de Gales comenzará, a partir de las 10.30 GMT, en el centro de conferencias «Queen Elizabeth II» de Londres, mientras que la indagación sobre el fallecimiento de Al Fayed se abrirá a partir de las 15.00 GMT en Surrey. Lady Di y su compañero sentimental murieron, junto al chófer Henri Paul, el 31 de agosto de 1997, cuando el Mercedes donde viajaban chocó contra una columna en un túnel de París, en su intento de esquivar a unos fotógrafos que perseguían a la pareja. Se espera que la investigación del juez Burguess esclarezca la causa de la tragedia y que ya fue objeto de investigación judicial en Francia, en la que se determinó que el chófer conducía a gran velocidad y bajo la influencia del alcohol y antidepresivos. El padre de Dodi, Mohamed Al Fayed se declaró «alentado» por la iniciativa del juez, aunque lamentó que el objetivo de la investigación sea poco ambicioso. El millonario ha denunciado en repetidas ocasiones que la muerte de Diana se debió a una conspiración de los servicios secretos británicos para impedir que la princesa se casase con su hijo, de religión musulmana.