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Las reacciones a la sentencia de un juez de Navarra que ha concedido a una pareja de lesbianas la doble custodia de dos niñas, hijas biológicas de una de las mujeres, se sucedieron ayer a lo largo de la jornada. Los obispos españoles criticaron el auto, al tiempo que el Gobierno y el Consejo General del Poder Judicial recordaron que la ley en la que se ha basado está recurrida ante el Constitucional.

La decisión del Juzgado de Familia de Pamplona de permitir que dos mujeres homosexuales se conviertan legalmente en madres de dos niñas en aplicación de una Ley Foral, ha vuelto a reabrir el debate.

El secretario y portavoz de la Conferencia Episcopal Española, Juan Antonio Martínez Camino afirmó que con este auto «no se respeta el derecho del niño a tener padre y madre» y señaló que los prelados consideran que «la falta de la figura paterna o materna siempre trae consigo graves dificultades en el desarrollo de la personalidad».

Por su parte, el secretario de Estado de Justicia, Rafael Catalá, recordó que la ley foral que lo autoriza ha sido impugnada por el Gobierno ante el Constitucional por invadir sus competencias y expresó su confianza de que se acepte el recurso y se anule la norma, tanto por invasión de competencias, como porque crea un derecho de familia distinto al que están sujetos los ciudadanos del resto de España.

También el portavoz del Consejo General del Poder Judicial, Enrique López, recordó que ley está recurrida y dijo que estas sentencias, una vez que se producen, «tienen efectos generales para todos los casos y para todos los supuestos y en su momento veremos qué es lo que decide el Constitucional y cuáles serán las consecuencias que traiga esta decisión».