El Gobierno de Blair declara la guerra a la «comida basura».

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El Gobierno británico le ha declarado la guerra a la obesidad al proponer un impuesto a la llamada «comida basura», después de que estudios revelasen un aumento de las enfermedades cardíacas, informaba ayer jueves el diario «The Times». Los planes, elaborados por la denominada Unidad de Estrategia del Gobierno, están destinados a alimentos como las hamburguesas, las patatas fritas y los refrescos, añade el periódico. Estudios científicos indican que más gente muere por problemas cardíacos, mientras que hay cada vez más jóvenes con diabetes. El número de obesos ha pasado de menos del diez por ciento de la población en los años ochenta a más del veinte por ciento en 2001, según el documento de la Unidad de Estrategia titulado «Responsabilidad personal y cambios de comportamiento».

«Algunos de los riesgos asociados (con la obesidad), como las enfermedades cardiovasculares, pueden ser tratados con fármacos, y por eso aumentan rápidamente los gastos de la sanidad. No obstante, los principales problemas, como una pobre alimentación y la vida sedentaria, están fuera del ámbito de influencia de la sanidad», de acuerdo con el texto antes citado. Un estudio reciente publicado en la revista médica «British Medical Journal» señaló que un impuesto podría prevenir unas mil muertes prematuras al año por ataques cardíacos.

También en Suiza empieza a preocupar el incremento de sobrepeso entre los niños en los últimos años. El número de niños obesos de edades comprendidas entre seis y doce años en Suiza se ha multiplicado por seis en los últimos 20 años, y el número de niños con sobrepeso se triplicó durante el mismo periodo, según un estudio realizado por la Escuela Politécnica de Zurich. Actualmente, más del 4 por ciento de los niños suizos -tanto varones como féminas- son obesos. El porcentaje de niñas con excedente de peso alcanza el 20 por ciento, mientras que en los niños este porcentaje se sitúa en el 18 por ciento. El estudio no advierte diferencias entre los niños que viven en el medio urbano y el rural, ni tampoco entre las distintas regiones del país. El estudio se realizó sobre un total de 1.235 niñas y 1.196 niños de toda Suiza.